El potencial minero argentino atrae a nuevos capitales

El creciente protagonismo de los capitales chinos en el sector minero y energético de Argentina y el resto de América Latina ha sido una impronta que caracterizó los últimos tiempos: a esto debe sumarse la apuesta de empresas de origen ruso, que con fuerte apoyo estatal se han establecido en territorio argentino. El gobierno argentino ha favorecido esta presencia a través de gestiones y de convenios bilaterales como el firmado recientemente con Rusia, específicamente en el sector nuclear, y con China en relación a la construcción de las represas de Santa Cruz (Pte. Néstor Kirchner y Gob. Jorge Cepernic).

Este viraje político ha determinado que las inversiones mineras que estaban lideradas tradicionalmente por capitales canadienses y australianos haya permitido un espacio para el desembarco de empresas de origen japonés, coreano, chino y ruso. Para estos países el potencial minero es suficientemente atractivo como para buscar nuevos destinos.

Un caso testigo de este fenómeno de inversión asiática es el del salar de Caucharí- Olaroz (provincia de Jujuy), en el que Minera Exar (subsidiaria de Lithium Americas Corp., compañía donde el gigante Mitsubishi posee una importante participación accionaria) ha establecido un convenio de colaboración con la coreana Posco (3° productor mundial de acero) para la construcción de una  planta de tratamiento de litio de última generación, con la más importante tecnología existente al momento. Se espera que en una primera etapa se produzcan 20.000 toneladas de cloruro de litio y 40.000 toneladas de cloruro de potasio. La planta piloto de extracción de litio supondrá una inversión de US$30 millones.

China y Rusia: dos gigantes mirando al sur
Los BRICS han tomado un protagonismo cada vez más relevante en el plano político y económico. En esa geo estrategia de bloques, Rusia y China toman la iniciativa en el sector energético, y su interés por la minería argentina es destacable.

El proyecto San Jorge, en la provincia de Mendoza, se encuentra frenado pero a pesar de esta situación fue adquirido por Aterra Capital y Solway Investment, fondos de inversión rusos que accedieron a una participación del 70% en el proyecto San Jorge por un monto de  US$40 millones. Debido a las restricciones legales vigentes, el proyecto incluiría una alternativa que consistiría en una etapa de extracción del mineral en Mendoza y su posterior tratamiento en la provincia de San Juan.

Por su parte, China tiene una política agresiva en materia de inversiones mineras a nivel mundial, y ha marcado una huella importante en el continente sudamericano, teniendo a Venezuela como máximo referente, seguido por otros países como Brasil y Perú. Un hecho importante reciente que involucra a la industria minera fue la compra del proyecto cuprífero Las Bambas (Perú) por parte del consorcio MMG Ltd., en una cifra superior a los US$5.500 millones.

En el plano local, Minera Sierra Grande, localizada en Río Negro, y dependiente del holding chino MCC China Metallurgical Group), produce y exporta hierro, con reservas que garantizan la producción durante décadas.

Las empresas japonesas han demostrado un gran interés en el desarrollo de la industria del litio argentino: la clave reside en la importancia de este recurso, la legislación que favorece su extracción y la relevancia que el litio adquiere en la carrera por el automóvil eléctrico. En un paralelo con Mitsubishi en Minera Exar, Toyota Tsusho lo ha hecho con Sales de Jujuy S.A. en el Salar de Olaroz (con una participación del 25% del capital, mientras que la australiana Orocobre, operadora del proyecto participa con un 66,5% y la estatal JEMSE con el restante 8,5%) En este último caso la inversión requerida será de unos US$225 millones que posibilitarán una producción de 16.000 toneladas anuales de carbonato de litio.

Mientras tanto, otras compañías japonesas como Pan Pacific Copper (una de las principales fundiciones mundiales de cobre) y la estatal JOGMEC están participando activamente en los proyectos Filo del Sol y Josemaría, operados por la canadiense NGEx Resources Inc., situados en el departamento de Iglesia (provincia de San Juan)

 

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