Alumnos de Argentina fueron premiados y viajarán a Bélgica el año próximo

Un grupo de alumnos de la Escuela Secundaria de María Ignacia -Vela- participó, del 10 al 12 de septiembre, del Primer Encuentro Internacional de Jóvenes en Ciencia, Tecnología e Innovación, con el proyecto “RAEE: el problema continúa”. Una investigación sobre la problemática de residuos eléctricos y electrónicos y sus efectos nocivos para el medioambiente. En esta oportunidad fueron premiados en su área y categoría con la mejor puntuación, por lo cual acreditaron para asistir a la Expo Ciencia Mundial de Milset, Bélgica 2015.

Los estudiantes que realizaron la investigación son Daiana Rodríguez, Salvador A. Alberti, Andrea Agustina Fernández, Verónica Máquez, Catalina Olveyra, Romina Quiñones, Tamara Rodríguez y Facundo Roquet, asesorados por Laura Bigeón.

La investigación parte de que con la incorporación de las nuevas tecnologías en los diferentes ámbitos de las actividades humanas y la reducción de la brecha digital se están generando residuos eléctricos y electrónicos al final de la vida útil de los equipos, cuyos efectos para el medioambiente deben considerarse. Por eso, se planteó caracterizar el tipo de tratamiento que recibe esta clase de basura en los hogares de María Ignacia.
A partir del análisis de las primeras fuentes, el grupo estableció su hipótesis: los celulares y los televisores son los principales residuos tecnológicos que generan los habitantes de la localidad.
La mayor parte de los equipos en desuso se acumulan en los hogares o se desechan con el resto de los residuos sin recibir ningún tratamiento diferencial.
El análisis de fuentes escritas, datos estadísticos y encuestas a la población conformaron las distintas fases de la investigación y permitieron analizar, interpretar y exponer resultados sobre la problemática en cuestión.
Las conclusiones
El análisis llevado a cabo en las distintas fases de la investigación permitió corroborar las hipótesis planteada. Los celulares y los televisores son los principales residuos tecnológicos que generan los habitantes de la localidad.
Del total de residuos generados, el 41,2 por ciento corresponde a celulares y el 22,8 a televisores, teniendo en cuenta que la mitad de los hogares consultados ha desechado al menos un equipo eléctrico o electrónico en el último año.
La mayor parte de los equipos en desuso se acumula en los hogares o se desecha con el resto de los residuos sin recibir ningún tratamiento diferencial. El depósito con la basura domiciliaria es más frecuente para equipos de audio mientras que los televisores y las PC se acumulan principalmente en las casas.
Los adolescentes identifican a los celulares como principal equipo en desuso acumulado en los hogares.
Las principales causas de la generación de este tipo de residuos son la interrupción del funcionamiento del equipo o la renovación por un modelo nuevo. En este sentido, inciden los grandes avances tecnológicos.
En Argentina se desechan por año 120 mil toneladas de basura electrónica y cada habitante genera en promedio 3 kilogramos de RAEE por año. Sin embargo, no se ha sancionado en el ámbito nacional una Ley de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos.
En la provincia de Buenos Aires la legislación vigente contempla la prohibición desecho de los RAEE como residuos sólidos no diferenciados y prevé la entrega y recepción por el productor o centros de recepción específicos.
En el ámbito local las acciones del Estado municipal se orientan específicamente a la recolección de pilas y baterías, y al reacondicionamiento de equipos informáticos en desuso. El sistema de gestión implementado por el grupo de 53 investigaciones permite contar con un lugar adecuado para la acumulación provisoria de todos los RAEEs, lo que contribuye a reducir el impacto ambiental de los mismos.
Finalmente, destacaron que el crecimiento de la población, el desarrollo tecnológico y la sociedad de consumo enfrenta a cuestiones que requieren ser atendidas y normalizadas para que el desarrollo no vaya en desmedro de la calidad ambiental. La implementación de sistemas de gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos constituye una asignatura pendiente que demanda una adecuada normativa, un control eficaz y un compromiso responsable de todos los involucrados.

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