Por: Diego González (ámbito.web)
El porcentaje precedente resulta de una encuesta realizada por Ipsos sobre solidaridad que tuvo su apartado sobre lo que espera la sociedad de las empresas en esta temática. Más allá de resaltar el espíritu solidario nacional, un dato relevante fue que entre los ciudadanos domina la desconfianza a la hora de realizar donaciones de tiempo y dinero a instituciones u ONG, y las empresas no estuvieron por fuera de este escepticismo: el 75% cree que hacen acciones solidarias por exenciones impositivas y el 77%, que lo hacen por marketing. En contraste, los consultados dividen las aguas entre las que llevan políticas hace años, las que tiene la sustentabilidad en el ADN y las que sólo realizan greenwashing.
LO QUE PASÓ
«Éste fue un año de consolidación y crecimiento de nuestros programas de inversión social sobre los pilares de educación, promoción laboral y salud», aseguró Constanza Gorleri, gerente de Sustentabilidad del Banco Galicia. Por su parte, Andrés Barbero, gerente de RSE de DirecTV, resalta el voluntariado corporativo y que las políticas responsables «atraviesan cada vez más a la compañía de manera que los empleados, desde su lugar, tienen más herramientas para ser parte de un cambio para mejor».
Desde Córdoba, Luis Ulla, director ejecutivo del IARSE, sentencia: «Fue un buen año para el crecimiento de la RSE en la Argentina». Y explica que pese a que «se esperaba un año difícil» y de prueba, el saldo fue positivo. «Las empresas que son líderes en la materia no sólo mantuvieron lo relacionado con RSE, sino que lo expandieron», dijo.
Por su parte, Pedro Tarak, cofundador de Sistema B, consideró que «2014 fue el año en que se introdujo a las Empresas B como una nueva identidad de mercado y de tipo legal, permitiendo resolver problemas sociales, culturales y ambientales desde su propio ADN comercial».
LO QUE VENDRÁ
Una constante es lograr mayor visibilidad: «En 2015 vamos a tener que seguir trabajando en esta lógica de pasar al centro de la escena», explicó Matías Kelly, director ejecutivo de Ashoka -una ONG que ayuda con créditos a emprendedores-. Se busca difundir esta cultura organizacional para que las «empresas también puedan tener como propósito principal las soluciones sociales y ambientales», además de la ganancia, apuntó por su parte Tarak.
«Vamos a seguir trabajando fuerte sobre la cultura organizacional», destacó Barbero. En tanto Gorleri definió que «el mayor desafío es seguir impulsando una cultura de la innovación a favor de la sustentabilidad, que permita integrar la estrategia sustentable al core del negocio».
Además, los especialistas coinciden en que para 2015 necesitan profundizar los trabajos con la cadena de valor y seguir focalizando en los consumidores que cada vez se preocupan más por lo que hacen las empresas a favor de la sociedad y el medio ambiente.
Ante la pregunta sobre si el escenario electoral y económico de 2015 afectará su desempeño, coincidieron en que «no debería» ya que el «accionar de la compañía es independiente de cualquier tipo de escenario electoral»; además, acotó Gorleri, «la perspectiva de la sustentabilidad plantea un desafío de mediano y largo plazo que debería superar los contextos políticos o económicos».
Ulla, de contacto frecuente con hombres de negocios, se mostró cauto y dijo que el escenario podría detener inversiones a nivel general, pero no debería reflejarse en el accionar de los departamentos de responsabilidad social; y plantea el próximo año como una suerte de filtro: «La que lo incorporó realmente al ADN, va a seguir siendo socialmente responsable y las que la colocaron solamente en el barniz probablemente abandonen el tema hasta que haya otro panorama».

Deja un comentario