La campaña ‘No más artículos defectuosos’ de Ingeniería Sin Fronteras trae a Eu
- En un mundo cada vez más globalizado y, al mismo tiempo diversificado, es difícil averiguar de dónde proceden los artículos que consumimos. Las etiquetasMade in Taiwan o Made in China han quedado obsoletas para productos de compleja fabricación. Ordenadores, tablets, móviles, etc., contienen miles de pequeños componentes, normalmente fabricados, cada cual, en una región y, luego, ensamblados en otra. ¿Cómo se averigua, entonces, que se hayan cumplido todos los derechos humanos y laborales, además de los medioambientales, en un artículo que ha viajado por cinco continentes o más? Es aquí, fuera de la jurisdicción de ese “comercio justo” que tanto se ha extendido desde su aparición en los años 60, donde comienza la electrónica ética.
“Todo surgió a raíz de un artículo de 2012 de Carro de Combate: ¿Podremos consumir productos electrónicos éticos?”. Joseba Sainz de Murieta es miembro desde hace diez años de la ONGD Ingeniería Sin Fronteras (ISF). Además, también es profesor de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial (EUITI) y tutor de prácticas. En estos momentos, junto con más compañeros de ISF, está trabajando en la campaña No mas artículos defectuosos, una estrategia de comunicación que persigue el desarrollo de la electrónica ética.
“Desde ISF exigimos una serie de requisitos que consideramos éticamente correctos en todas las fases del producto electrónico”, explica Sainz de Murieta. Dichas etapas no son otras que la extracción de los minerales o materia prima, la fabricación, el ensamblaje y el fin de vida y uso. Aun así, admite que “es complicado debido al inmenso número de componentes y materiales que requieren este tipo de artículos”.
Cada fase presenta diversos problemas. Comenzando por la extracción de las materias primas. Sainz de Murieta califica de “tarea casi imposible” certificar la procedencia de los minerales empleados: “Existen infinidad de proveedores y otros actores que hacen particularmente difícil documentar de dónde proviene cada elemento, por no hablar del impacto social y medioambiental”. Por tanto, y de momento, en este ámbito se limitan a considerar como “poco éticos” los materiales obtenidos de países en conflicto armado. Un ejemplo sería el Congo. El 80% de las reservas mundiales de coltán, fundamental para la mayoría de los dispositivos electrónicos, proviene de la República Democrática del Congo (RDC). “Explotación infantil y condiciones laborales infrahumanas son algunas de las consecuencias de esta extracción en la RDC”, denuncia Sainz de Murieta. Esto ocurre tanto de manos del ejército nacional como de las guerrillas, según explica, y casi siempre en complicidad con las grandes compañías transnacionales. “En un país en el que, actualmente, se habla de 100.000 mujeres violadas al año, obviamente, no podemos considerar que se cumplan los derechos humanos”. Y todo ello sin contar los daños medioambientales. De ahí la nueva campaña Lo que tu móvil esconde, una estrategia comunicativa que presentó la ONG Alboan el mes pasado para concienciar a la sociedad vasca de nuestra responsabilidad en el conflictos como el de la RDC.
CONDICIONES ESCLAVISTAS Las siguientes etapas del producto serían la manufacturación de sus elementos y, posteriormente, su ensamblaje. “Las fábricas que se dedican a estos fines están lejos de respetar las condiciones laborales de sus trabajadores”, critica Sainz de Murieta. Más horas de las estipuladas, sueldos por debajo de los mínimos o condiciones de seguridad “inexistentes” son unas pocas de las múltiples violaciones a las que los obreros se ven sometidos. Es más, según un informe de 2011 de la consultora Oekom, las empresas tecnológicas son las que mayores abusos laborales registran.
Ante este sórdido panorama, organizaciones como Greenpeace, Enough o Setem llevan denunciando durante años las consecuencias del consumo excesivo de productos electrónicos. Además, han surgido diferentes iniciativas para combatir la injusticiaelectrónica. Un ejemplo sería Fair Phone, un móvil, en la medida de lo posible, “ético y sostenible”. En la misma línea se encontraría Fair Mouse, un ratón para el ordenador, e ISF anuncia que, en breves, lanzará el “primer teléfono móvil con sentimientos”.
Asimismo, existen diferentes listados sobre empresaséticas que también han dado un aviso de la situación. Uno de ellos sería el ranking de Raise Hope for Congosobre la procedencia del coltán utilizado. Según los datos de 2012, aunque todavía no hay ninguna compañía totalmente libre de material sangriento, Intel y HP van por buen camino, mientras Nintendo y HTC encabezan la cola. Por otro lado, en La Guía de Electrónica Verde, elaborada por Greenpeace en el 2012, Wipro y HP destacan como las más ecológicas y sostenibles y Rim y Toshiba, por el contrario, como las menos verdes. Sin embargo, el concepto de electrónica ética no se limita, únicamente, a las etapas de extracción de las materias primas, su manufacturación y su posterior ensamblaje para dar forma al producto, sino que también incluye la fase de fin de vida.
BASURA ELECTRÓNICA En este ámbito, a pesar de estar considerado ilegal por el Convenio de Basilea y las leyes de la Unión Europea, se envían a África y Asia millones de toneladas de basura electrónica camuflada de “equipos de segunda mano”. Allí, estos productosson desmantelados, principalmente, por menores de 14 años. “Lo peor es que estos residuos son altamente dañinos tanto para el medio ambiente como para la salud’”, denuncia Sainz de Murieta.
Según un estudio publicado en 2013 por la Universidad de Naciones Unidas, en 2012 se produjeron 49 millones de toneladas métricas de basura electrónica. El Estado cooperó con 1,1 millones, un total de 18 kilos por habitante, y para 2017 se prevé que la cifra ascienda en un 33%. “Aunque los fabricantes y distribuidores están obligados por ley a recoger y tratar estos productos, solo se recicla uno de cada tres móviles antiguos”, recalca Sainz de Murieta. En estos momento, iniciativas comoThe Restart Project, que organiza reuniones para enseñar a los asistentes a arreglar sus productos electrónicos en vez de deshacerse de ellos, o Koopera, que se dedica a la recuperación de basura electrónica en Euskadi, tratan de reducir por su cuenta esta tendencia a la alta.
Países con gobiernos débiles. Ese es el perfil principal donde se practica esa electrónica carente de ética: en países donde el poder del mercado anula el del estado. “Cada vez son más conocidos la RDC con el tema de los minerales en conflicto; China, Tailandia o Corea, en la fase de fabricación; y Ghana o China como receptores de residuos electrónicos”, nombra Sainz de Murieta. En un mundo poblado de injusticias, la electrónica ética pretende combatir una de ellas.
FAIR PHONE
18.632. Hasta el momento, la compañía Fair Phone ha vendido 18.632 smartphones libres y solidarios. Aunque admiten que no es completamente ético, aseguran que utilizan coltán obtenido de minas libres de conflicto.
310€. Una pantalla qHD táctil de 4,3 pulgadas, cámara frontal de 8 MP, microprocesador de 4 núcleos… En definitiva, un móvil similar al ‘Motorola moto E’ en apariencia y tamaño, pero con mejores prestaciones que otros del mercado.
FAIR MOUSE
67% ético. Además de las condiciones laborales, este ratón diseñado por Nager IT también tiene en cuenta el medio ambiente. Aun así, la propia empresa considera que un 67% ético no es suficiente.
29,99€. Actualmente, solo se puede adquirir en de Alemania o vía Internet. Con posibilidad de colores adicionales.
RANKING 2012
De las compañías electrónicas más ecológicas (Greenpeace)
1- Wipro
2- HP
3- Nokia
4- Acer
5- Dell
6- Apple
7- Samsung
8- Sony
9- Lenovo
10- Philips
De las compañías que comercian con minerales libres de conflicto
(Raise Hope for Congo)
1- Intel
2- HP
3- Philips
4- SanDisk
5- AMD
6- RIM
7- hacer
8- Dell
9- Apple
10- Microsoft
GUÍA DE ISF CONTRA LOS
‘ARTÍCULOS DEFECTUOSOS’
1. ¿Lo necesitas o es un capricho? La publicidad puede jugarnos malas pasadas, haciéndonos creer que necesitamos imperiosamente objetos que nos van a hacer felices. Vale la pena pensarse dos veces el uso que se le va a dar y dónde acabará. Quizás ahorrándote el gasto puedas permitirte tener más tiempo libre para disfrutar de la vida.
2. ¿El precio recoge el coste del producto? Aunque los aparatos electrónicos son relativamente pequeños, tienen un gran coste social y medioambiental asociado. Desde la extracción de minerales hasta su tratamiento como residuo. Piensa dos veces si quieres pagar el precio y que otras personas paguen el coste.
3.¿Qué se esconde detrás de la marca? Las diferencias entre productos no son solo lo que ves en los catálogos. Las compañías pueden tener políticas sensiblemente diferentes, tanto laborales como medioambientales. Hazles saber que te importa el modo en que hacen las cosas optando por la que te parezca más adecuada. Las empresas se rigen por los beneficios y tu elección afecta a sus decisiones.
4. ¿Y si no encuentro ningún producto ético pero aun así lo necesito? Siempre se puede apoyar campañas que trabajen para visualizar estos problemas y forzar a las compañías a cambiar de comportamiento. La mayoría de las empresas se cuidan mucho de tener una buena imagen, y una campaña desfavorable puede convertirla en una inversión menos segura.
5. ¿Qué hago con el dispositivo que quiero sustituir? Además de reciclarlo, puedes venderlo a una tienda de segunda mano prolongando su vida útil, lejos de los vertederos. También puedes donarlo a ONG, entidades educativas, centros sociales con acceso a internet, personas con pocos recursos o países del Sur. Siempre que dones, asegúrate de que el dispositivo funciona correctamente.



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