Con el apoyo del gobierno canadiense, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) colabora con 13 países para mejorar la gestión de los desechos médicos, incluyendo jeringas, productos biológicos y de laboratorio usados, y componentes electrónicos.
Una gestión deficiente no solo conlleva el riesgo de propagación de enfermedades, sino que también contribuye a la contaminación del agua, el aire y el suelo, y genera emisiones de carbono por su quema. Recientemente, la OPS dirigió un viaje de investigación a Medellín, Colombia, donde los países recibieron capacitación e intercambiaron experiencias y buenas prácticas.

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