A medida que los sistemas sanitarios trabajan para alcanzar nuevos objetivos de sostenibilidad, los textiles médicos se han convertido en un foco clave de innovación. El paso de las prendas de un solo uso a las reutilizables está transformando el impacto ambiental del sector, su eficiencia operativa y su enfoque del control de infecciones.

Cada año, millones de batas desechables acaban en incineradoras de residuos médicos. Pero una nueva generación de textiles sostenibles está cambiando esta situación.
Los centros sanitarios se enfrentan a una presión creciente para reducir los residuos y demostrar responsabilidad medioambiental. En una economía circular sostenible, esto se traduce en el desarrollo de productos reutilizables en lugar de desechados tras un solo uso.
Según la Asociación Europea de Servicios Textiles (ETSA), los proveedores de servicios textiles están adoptando cada vez más sistemas circulares en el sector sanitario para reducir el impacto ambiental y mejorar la eficiencia operativa. Su informe «Sostenibilidad y Responsabilidad Corporativa en la Industria de Servicios Textiles» destaca el compromiso del sector con modelos circulares basados en servicios, fundamentados en el alquiler, la reutilización, la reparación y el reciclaje. El informe también subraya la transparencia, la responsabilidad del ciclo de vida y la evaluación comparativa basada en datos como herramientas clave para alinear la industria de servicios textiles con los objetivos de economía circular de la UE y el Pacto Verde Europeo. Los miembros de ETSA se comprometen a minimizar el impacto ambiental mediante un lavado eficiente en el uso de recursos, la reducción de emisiones y la prolongación del ciclo de vida de los textiles, manteniendo al mismo tiempo rigurosos estándares de higiene y laborales.
Un análisis del ciclo de vida publicado en el American Journal of Infection Control reveló que las batas de aislamiento reutilizables consumen un 28 % menos de energía, emiten un 30 % menos de gases de efecto invernadero y generan hasta un 99 % menos de residuos sólidos que las desechables. Los hospitales que adoptan sistemas reutilizables también reportan ahorros económicos sustanciales: cada uso de una bata desechable produce residuos médicos que deben gestionarse e incinerarse, lo que implica un costo. Los sistemas reutilizables eliminan la mayor parte de esta carga.
En 2023, un programa piloto realizado en dos hospitales, con la participación de más de 200 profesionales clínicos y más de 600 intervenciones quirúrgicas, demostró que el cambio de batas quirúrgicas desechables a reutilizables redujo aproximadamente 170 kg de residuos sólidos en tan solo unos meses y generó un ahorro de costes cuantificable por procedimiento. La satisfacción del personal también mejoró significativamente a medida que aumentaba la confianza en el sistema reutilizable, pasando de aproximadamente una cuarta parte de los participantes al inicio del estudio a más de la mitad al finalizarlo.
Para 2030, los textiles médicos que se vendan en la UE deberán ser duraderos, reparables y estar fabricados en gran medida con fibras recicladas, criterios que Asiatic Fibre Corporation (AFC) ya cumple. La gama de textiles quirúrgicos AFC CIRCULAR™ de la compañía sustituye la cultura de alto desperdicio de las prendas de un solo uso por alternativas duraderas y reciclables. Centros sanitarios de América, Asia y Europa ya han adoptado los textiles reutilizables de AFC, con mejoras en la reducción de residuos y una mayor satisfacción del personal. Los profesionales sanitarios informaron de una mayor comodidad y una menor fatiga tras intervenciones prolongadas, y cada prenda está diseñada para una larga vida útil, soportando entre 75 y 100 ciclos de lavado y esterilización, lo que reduce significativamente tanto el desperdicio de material como los costes a largo plazo.
Integración del rendimiento técnico y la sostenibilidad
Deben implementarse medidas ambientales sin comprometer la protección clínica. Las normas EN 13795 y AAMI PB70 son dos de las normas internacionales más importantes que rigen la ropa de protección utilizada en entornos quirúrgicos y clínicos. La norma EN 13795, establecida por el Comité Europeo de Normalización (CEN), define los requisitos detallados de rendimiento y ensayo para batas quirúrgicas, paños quirúrgicos y trajes de aire limpio. Se centra en factores como la resistencia a la penetración de líquidos y microorganismos, la formación de pelusa, la limpieza y la resistencia del tejido, garantizando que los textiles mantengan la seguridad y el rendimiento durante su uso previsto y sus ciclos de reprocesamiento. La norma AAMI PB70, desarrollada por la Asociación para el Avance de la Instrumentación Médica en Estados Unidos, clasifica las prendas de protección en cuatro niveles según su eficacia de barrera contra líquidos, desde protección mínima hasta alta.
Los textiles de barrera quirúrgica de AFC se someten a rigurosas pruebas y cuentan con la certificación de conformidad con las normas EN 13795 y AAMI PB70. Además, las prendas se fabrican bajo un sistema de gestión de calidad conforme a la norma ISO 13485, el estándar global que rige el diseño y la producción de dispositivos médicos, para garantizar que cada etapa cumpla con los estrictos requisitos reglamentarios y de trazabilidad.
Los tejidos de barrera de AFC están fabricados con poliéster de microfibra 100% e incorporan hilo de filamento conductor, lo que proporciona control de descargas electrostáticas, mayor resistencia a la tracción y una protección de barrera constante. En comparación con los tejidos tradicionales de algodón o poliéster/algodón, los tejidos de AFC ofrecen mayor resistencia al desgaste, repelencia superior a los fluidos y estabilidad tras repetidos ciclos de lavado y esterilización.
El sistema circular de AFC incorpora varias innovaciones de diseño ecológico:
- Hilos reciclados para mejorar la eficiencia de los recursos
- Recubrimientos libres de PFAS para eliminar los fluorocarbonos persistentes
- Fibras teñidas en masa, que reducen sustancialmente el consumo de agua y energía durante la producción
- Cumplimiento del Reglamento de la UE sobre diseño ecológico para productos sostenibles (ESPR) y de la hoja de ruta de transición de la Comisión Europea para el ecosistema textil.
Ergonomía y comodidad del usuario
Más allá de la protección y la sostenibilidad, la usabilidad se está convirtiendo en un factor clave de diferenciación en los textiles médicos de última generación. AFC integra el diseño ergonómico y la ciencia del confort para satisfacer las necesidades reales de los profesionales sanitarios. Estos profesionales suelen trabajar largas jornadas en condiciones exigentes, donde el calor, la limitación de movimiento o la incomodidad de las telas pueden contribuir a la fatiga, la distracción y la disminución de la concentración. Los textiles transpirables y ligeros que regulan la temperatura y permiten la libertad de movimiento ayudan a mantener la concentración, la destreza y la precisión durante procedimientos prolongados. Al reducir el esfuerzo físico y mejorar el bienestar, las prendas cómodas contribuyen a la eficiencia del personal y a la calidad general de la atención al paciente.
La indumentaria médica tradicional suele utilizar tejidos densos o poco transpirables que limitan la movilidad y retienen el calor. La resistencia a la transferencia de calor por evaporación (RET) mide la facilidad con la que el vapor de la transpiración atraviesa un tejido; cuanto menor sea el valor de RET, más transpirable y cómodo será el material. Los textiles con valores inferiores a 6 se clasifican generalmente como altamente transpirables, lo que ayuda a regular la temperatura corporal y a reducir el estrés térmico durante procedimientos prolongados.
Los ingenieros de materiales de AFC aplicaron principios de diseño ergonómico y tecnologías de control de la humedad comparables a las utilizadas en ropa deportiva de alto rendimiento. El traje C-R15 Air Scrub está confeccionado con poliéster de microfibra ligero con una permeabilidad a la humedad (RET) de 2,54, lo que ofrece una alta transpirabilidad y un secado rápido.

Apoyar los sistemas de salud circulares
Con más de cinco décadas de experiencia en el desarrollo de textiles técnicos y la producción de más de 50 millones de prendas, AFC colabora estrechamente con proveedores de atención médica y lavanderías asociadas para implementar sistemas de gestión textil de ciclo cerrado. Cada prenda se recoge, se desinfecta y se vuelve a utilizar según protocolos validados de esterilización e inspección, lo que reduce los residuos y mantiene la integridad y el cumplimiento normativo del producto.
Este modelo mejora la resiliencia y la transparencia de la cadena de suministro, a la vez que facilita la alineación con los marcos emergentes de sostenibilidad de la UE. Demuestra que la seguridad clínica, la eficiencia operativa y la responsabilidad ambiental pueden coexistir dentro de un sistema de atención unificado.
A medida que los sistemas de salud avanzan hacia operaciones neutras en carbono, la adopción de sistemas textiles reutilizables representa una vía práctica y basada en la evidencia para reducir las emisiones y los residuos. El compromiso constante de AFC con la química libre de PFAS, los materiales reciclados y los estándares de rendimiento verificados contribuye directamente a esa transformación.
Para obtener más información sobre las soluciones textiles circulares de AFC, visite https://asiatic.com.tw/en/afc-circular/

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